22 enero 2012

Sombras famentas ...

   Seguimos con las reseñas. En esta ocasión, levemente mejorada de mi gripe malasana, seguiré escribiendo en castellano ya que, muy pronto, como podéis ver en el blog del autor, este fantástico compendio de cuentos será publicado en castellano e inglés.

    Aquellos que han tenido la suerte de adquirir el libro en O Culturgal, probablemente, lo tengan dedicado, que es una excusa como otra cualquiera para comprarse un libro, es más, la mayoría de nosoros, mitómanos anónimos, hemos comprado alguna vez algún cómic o similar en presentaciones porque, aún sin conocerlo con anterioridad, el autor del mismo nos ha caído en gracia (en mi caso he descubierto grandes tesoros como "Con acuse de recibo" de Alberto Ramos o "Hacer cómics" de Scott McCloud). Si no es así y todavía no tenéis una copia, en mi modesta opinión, este libro suponen 12 euros muy bien empleados.


      Pero, seamos sinceros. Yo, en un principio, no compré "Sombras famentas" porque el autor fuese majo, que lo es, sino pola misma razón por la que dos queridos amigos me regalaron  O mundo secreto de Basilius Hoffman por mi cumpleaños: por militancia. En este caso por una doble militancia: uno porque me encantan los libros que se venden como antologías de cuentos y además de cuentos de terror gótico (donde gótico hace referencia a un estilo determinado y bastante ligado a la literatura romántica y no a lo luminoso del arte homónimo ni a ideas peregrinas sobre la espesa negrura del alma por no poder comprarse un corsé de última moda), y dos porque, además, estaba en gallego. Así que, ya véis, sin trampa ni cartón, lo compré porque era chulo, porque lo había visto en facebook y porque, una fría mañana, lo encontré vagando en una de las estanterías de Torga y me lo traje a casa.

    Una vez comprado es necesario leerlo pero, ¡cuidado! Porque mi escenario habitual de lectura de cuentos, el autobús, resultó no ser el lugar ideal para este tipo de actividad ya que, como bien reza el prólogo, es un libro para disfrutar del terror, para saborearlo y sumirse en unas sombras que, a la vez, te dan cobijo y juegan a cobrarse ese precio robándote trocitos de cordura hasta abrir los ojos y seguir siendo un niño asustado frente a las temerosas fauces del lobo feroz.

    "Sombras famentas" es el primero de los cuentos o, en este caso, es una mini-novela. De corte clásico, salpicado de elementos actuales y con amplios guiños a los estilos mencionados con anterioridad, consigue crear lugares fantásticos a partir de espacios reales comunes, llevando al lector a preguntarse qué parte de la historia es real y cuál pertenece a la ficción, en qué lugar podemos dibujar esa fina línea de complicidad entre la percepción de lo paranormal y lo realmente sobrenatural.
    Engancha, una vez que este libro entra en el umbral de tu conciencia, engancha, y tus manos necesitan buscarlo en el bolso, o a tu alrededor, para asegurar que puedes continuar con su lectura. No tiene sentido desvelar sus secretos pero creo que es de recibo mencionar esas trazas de tríos en el ritmo narrativo, como campanandas de la media noche en tu consciencia al perderte en el mundo del autor, esa suspensión de la realidad que no exige esfuerzo, que llega de un modo lógico y buscado, natural, o esas referencias a una cultura, quizá subcultura, muy conocida por una generación perdida entre las libretas Rubio y los Smartphones.

      A título personal, mis favoritos son los relatos más científicos, en particular ese que hace que, ahora, el perder las llaves o el estuche, al no encontrarlos en el lugar donde sé que los he dejado, sienta un escalofrío recorriéndome la espalda. O esa mención a Labirynth que, indudablemente, me hace recordar que "a través de incontables perigos e indicibles penurias loitei para chegar ao castelo alén da Cidade dos Goblins. Porque a miña vontade é tan forte como a túa, e o meu reino tan grande. Non tes poder sobre min". Or...do you?

2 comentarios:

Jacobo Feijóo dijo...

¿Me puedes explicar cómo hago yo ahora para recoger el charquito que ha quedado en mi casa después de haberme derretido? :o)

AnnaRaven dijo...

:) Vamos, que a resposta no teu blog non se queda corta! Menuda pasada de bico virtual!